Últimamente me emociono con facilidad. De hecho, creo que mi capacidad de emocionarme ha superado límites insospechados… Ayer, por ejemplo, haciendo la compra, entregué parte de mi cesta al Banco de Alimentos, y cuando la chica, me dio las gracias, le contesté “No hay de qué” y salí corriendo. Si llego a estar dos minutos más, me pongo a llorar. 

La solidaridad es algo que nos enseñan desde pequeños, pero no hay solidaridad sin empatía. Por desgracia, el cáncer es una enfermedad que me ha tocado de cerca, pero que cada vez más nos toca a todos… Por ese motivo, cuando contactan conmigo para apoyar campañas de sensibilización, no puedo decir que no. 
Es mi forma de haceros llegar lo que siento, lo que pienso sobre cada uno de los proyectos y cada una de las iniciativas, y es mi forma de contaros porqué me emociono ante cualquier gesto solidario. 
Si hay algo que me fascina de las mujeres enfermas de cáncer de mama es su valentía, su capacidad de afrontarlo, de aferrarse a la vida, de plantarle cara. Y también su naturalidad, su capacidad de explicar que están luchando por superarlo. ¿Haría yo lo mismo? ¿Reaccionaría igual? 
Sin duda, el nombre que Buckler ha puesto a estas mujeres, les hace justicia: #Superwoman. Y me encanta que haya puesto cara a 8 de estas mujeres (entre más de 1.300 candidaturas) que con su fuerza han superado la enfermedad, y que hoy pueden inspirar a miles de mujeres que están pasando por un cáncer de mama. 
Conócelas a través de este vídeo, twitea su testimonio con el hashtag #SuperWoman, contribuye a tu manera a luchar contra el cáncer y, por encima de todo, sigue emocionándote. 
25.000 mujeres diagnosticadas de cáncer de mama anualmente en España luchan por vencerlo.