Hoy se celebra el amor incondicional de una madre… 

Es ese día del calendario en el que gracias a Dios, alguien nos recuerda que tenemos con nosotras a la persona más especial del mundo, que nos quiere y nos querrá todos y cada uno de los días de nuestra vida. 

Yo, que la tengo lejos, tengo que decir que hay momentos en los que se echa muchísimo de menos los abrazos, las sonrisas y el apoyo incondicional de una madre.

La quiero con locura, y aunque a veces cometa el error de no saber apreciar todo lo que me quiere y me apoya, sé que ella sabe que para mí, es tan especial como yo para ella.   

En ocasiones, nos dicen eso de “cómo te pareces a tu madre” y entonces te enervas…y es que te enervas porque tu madre, tiene un vínculo tan fuerte contigo, que la conoces a la perfección.. Lo que tiene de bueno y lo que tiene de malo… Y porque entonces.. no sabes porqué te chirría esa frase haciéndote recordar tu propia adolescencia, cuando se rompe el cordón umbilical y necesariamente, chocas con tu mejor amiga… Te olvidas de que ese…”Cómo y cuánto te pareces a tu madre” también significa… lo cariñosa, luchadora, apasionada, honesta, sincera, entregada y fantástica mujer que es tu madre…. Y te olvidas de decir, lo que por supuesto, tendrías que decir: “¡¡Me encanta parecerme a mi madre!! ADORO parecerme a mi madre!!” Porque es sin más… la persona que estará conmigo siempre. Aunque como hija, sea una estúpida desagradecida que en ocasiones no valora lo más bonito que hay en la vida…  ni sepa demostrárselo jamás como se merece… por muchos días que tenga el año…

En cualquier caso, este post se lo dedico en especial a mi mamá, sobra decirlo, y a mi abuela, que ha sido siempre una segunda mami, y por la que seguramente mi madre, siente lo mismo que yo por ella… en lo bueno y en lo malo… Si es que…”Cuánto se parecen mi mamá y mi abuela!!!” jajaja… 

Lo dicho…

¡¡¡TE QUIERO MUCHO, MAMAAAA!! 

Y muchas GRACIAS por todo lo que no se puede pagar de ninguna forma.